
ESPERARON TRES MESES LA RESPUESTA
Los padres de la adolescente de 15 años denuncian discriminación por parte de una institución educativa de la ciudad de Corrientes.
Martina es una joven ciega, de 15 años, que tenía el anhelo de ingresar al Instituto San José de Corrientes para cursar con sus amigas de teatro, pero se lo negaron. Cuenta con un promedio de 9,40, excelente conducta y se puede manejar de manera autónoma. Sin embargo, tras esperar durante tres meses una respuesta, le dijeron que “nuestro colegio no está capacitado edilicia ni pedagógicamente para atender las necesidades de la niña”. Esto provocó la indignación de sus padres, quienes consideraron que se trata de un acto de discriminación.
La decisión de cambiarse de escuela fue por una cuestión de afinidad ya que quería estudiar junto con sus amigas. Sus padres apoyaron su deseo, aunque sabían que el proceso no sería fácil. Desde agosto comenzaron a hacer los trámites, fueron a entrevistas con los directivos y cumplieron con todos los requisitos que pidió la institución. Esperaron una respuesta por tres meses y este viernes les contestaron a través de un correo electrónico.
El padre de Martina, Diego Verrastro, contó cómo empezaron a inicar las tratativas para el cambio de colegio. “Nosotros como padres pensamos en Martina. Si se siente más contenida, bienvenido sea el cambio. Empezamos a hacer los trámites en octubre y tardaron tres meses en contestar para decirnos que no cuentan con la estructura y ni personal pedagógico”. Al respecto, aseveró que: “no la quisieron aceptar porque iban a tener que modificar sus rutinas”.
“Va a un colegio que está lleno de escaleras, se maneja de manera autónoma. Hasta al baño va sola, no necesita un personal de asistencia. Esto es un claro acto de discriminación y pasa permanentemente y nadie dice nada, quiero que se conozca este caso para que no vuelva a pasar”, continuó el papá de Martina.
La adolescente hizo sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Informático San Juan de Vera con un gran desempeño: en el último año, logró un promedio de 9,40. Además, hace tres años comenzó a subirse a los escenarios del Teatro de la Ciudad donde conoció a sus amigas que asisten a la escuela secundaria San José y eso la motivó a pedir el cambio.
Acerca de cómo reaccionó su hija al enterarse de la respuesta de la institución educativa, Verrastro señaló que “el colegio estaba en pleno conocimiento de las habilidades de mi hija, cumplimos con todos los requisitos. Cuando le conté ella misma me dijo ‘papá, soy buena alumna, me porto bien ¿por qué no puedo entrar? ¿Porque soy ciega?’”.
Desde pequeña la adolescente desarrolló varias habilidades, aparte de asistir a clases de teatro, practica kayak y concurre a la escuela en doble turno. Cuenta con unos anteojos OrCam, que le permiten leer libros y manejar su celular de manera independiente. Además, desde el Instituto Valentín Haüy acompañan a Martina en su desarrollo personal y académico.