
Tras una restauración histórica que combina tradición, accesibilidad y tecnología de última generación, el Teatro Vera se prepara para reabrir sus puertas y renovar su legado como ícono cultural del nordeste argentino.
Con 164 años de historia como institución y 112 como edificio emblemático, el Teatro Vera de Corrientes ultima detalles para su esperada reapertura tras una profunda restauración que apuesta a la inclusión y la tecnología de punta.
El Teatro Oficial Juan de Vera, uno de los coliseos más antiguos y prestigiosos del país, se prepara para abrir nuevamente sus puertas en julio, luego de un ambicioso proceso de renovación que moderniza su infraestructura sin perder la esencia que lo convirtió en un faro cultural para todo el nordeste argentino.
Desde su fundación en 1861, el Vera fue escenario de momentos memorables: en su histórico escenario se presentaron figuras internacionales como Maya Plisétskaya y Julio Bocca, y se estrenaron películas de Chaplin y Bergman. Hoy, bajo la dirección de Lourdes Sánchez, el teatro transita una nueva etapa que combina tradición y futuro.
«Este escenario que ha recibido a tantos artistas, hoy vive su propia transformación», anunció Sánchez a través de las redes sociales, acompañada de impactantes imágenes de las obras. Entre las principales reformas, destaca el reemplazo de las 80 columnas de madera originales por 24 columnas de hierro, que amplían el espacio para la utilería y mejoran la circulación detrás de escena. Además, se sustituyó toda la iluminación halógena por tecnología LED, y se incorporó un sistema de sonido de última generación.
Uno de los avances más relevantes es el enfoque inclusivo: gracias a la nueva tecnología instalada, personas no videntes, hipoacúsicas y con otras capacidades diferentes podrán disfrutar de los espectáculos. Un salto que refleja la evolución social desde aquel siglo XIX en que surgió la idea de un teatro para Corrientes.
Una historia de resiliencia y grandeza
El Teatro Vera tiene raíces profundas en la historia urbana de Corrientes. Cuando la ciudad comenzaba a adoquinar sus calles en 1850 y los tranvías tirados por caballos marcaban el paisaje, ya se soñaba con un espacio para las artes. En 1857, el gobernador Juan Pujol donó terrenos para su construcción, y en 1861 se concretó el primer edificio, aunque el coliseo actual fue inaugurado en 1913 tras sucesivas reconstrucciones, daños y reformas.
Durante la Guerra de la Triple Alianza, el teatro incluso fue utilizado como hospital de campaña, situación que deterioró gravemente su estructura original. A pesar de las adversidades, la apuesta cultural siempre renació.
Su importancia regional era indiscutible: cuando Resistencia apenas comenzaba a formarse como ciudad en 1878, Corrientes ya contaba con su majestuoso teatro, consolidándose como un centro vital en el circuito artístico entre Buenos Aires y Asunción.https://e04c4fcf9ebbaa87d7198079d4e01662.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-41/html/container.html
Del esplendor social a la modernización
El auge social del siglo XIX, con la proliferación de clubes, corsos y sociedades culturales, tuvo como epicentro al Vera. Las comparsas, los primeros carnavales y los bailes de máscaras encontraron eco en su escenario y en la vida urbana que lo rodeaba.
Hoy, más de un siglo después, el Teatro Vera vuelve a reinventarse. Tras intervenciones anteriores en los años ’80 y una restauración integral en 2005, esta nueva etapa no solo recupera su esplendor arquitectónico, sino que también adapta su infraestructura a los nuevos tiempos, con sanitarios renovados, ascensores accesibles, salas de ensayo modernas y espacios adecuados a las necesidades actuales.
La esperada reapertura está prevista para el próximo 9 de julio, en el marco de las galas patrióticas, donde seguramente resonarán los ecos de aquellos primeros sueños teatrales correntinos, ahora impulsados hacia un futuro inclusivo y vibrante.